Con el cierre del concurso de acreedores, el primero de España en un club deportivo, la entidad UD Las Palmas recobra plenamente la normalidad institucional.
La deportiva ya la había logrado en las últimas temporadas en las que la planificación ha venido dando resultados y en esta temporada se confirma totalmente.
El titular del Juzgado de Lo Mercantil Número 1 de Las Palmas de Gran Canaria, Alberto López, ha acordado este miércoles, 10 años y 42 días después, como diría Manolo Borrego, que la Unión Deportiva Las Palmas SAD ha cumplido con el convenio de acreedores firmado por el juez Cobo Plana el 5 de noviembre de 2004.
Recordamos cómo, a nivel deportivo, la declaración judicial del concurso de acreedores supuso, entre otras cosas, el forzado diligenciamiento por la RFEF de las fichas de jugadores y entrenador presentadas por UD LAS PALMAS, sin estar este club -entonces- al corriente en sus obligaciones respecto a jugadores y técnicos anteriores, hecho sin precedentes y que tuvo a todo el fútbol español expectante.
Lo cierto es que nadie daba un euro por el club grancanario en el verano de 2004. Hubo incluso quien se tomó a mal la solicitud de concurso presentada.
Sin embargo, la determinación del juez encargado del caso, Juan José Cobo Plana, entonces titular del Juzgado de lo Mercantil núm. 1 de Las Palmas, en aplicar hasta sus últimas consecuencias -y más allá incluso según algunos-, los principios inspiradores de la nueva Ley Concursal (búsqueda de formulas que hagan posible la supervivencia de la empresa), supuso entonces un balón de oxigeno para la entidad, al tiempo que desencadenaba de nuevo todo un movimiento social y económico en torno a la misma, similar al de 1992 cuando se produjo la reconversión en SAD.
Después del club amarillo, más de la mitad de las SAD que estos años han militado o militan en la Liga de Fútbol Profesional se han acogido a Ley Concursal.
Los detalles
El 11 de enero de 2006 se firmó el convenio con 364 acreedores, que aceptaron una quita del 50 %, de una deuda de 66.147.750,13 euros, que, con intereses, recargos y sanciones, alcanzó la cifra de 72 millones de euros, cantidad escalofriante.
Entonces fue clave el papel del Cabildo de Gran Canaria y de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, que aceptó la firma de la operación de crédito en unos momentos en los que la credibilidad que desprendía la entidad amarilla tocaba fondo. Dos préstamos, de 21 millones y 2,4 millones de euros, firmados el 31 de julio de 2006, evitaron en aquel momento la liquidación de la UD Las Palmas.
Aunque no es obra de una sola persona, el éxito hay que personificarlo en la figura del presidente de la UD Las Palmas, el de entonces y el de ahora, Miguel Ángel Ramírez, pues no cabe duda de que cogió las riendas de la entidad en el peor momento económico de su historia y ha sabido timonear la nave, y sanearla, hasta llegar al momento dulce que vivimos ahora.
17 diciembre 2014
24 octubre 2014
APELACIÓN MANTIENE LA PRIMERA TARJETA AMARILLA A CULIO A PESAR DE SER MANO INVOLUNTARIA
Decía Culio al finalizar el partido de liga contra el Numancia, y
así lo recoge Tinta Amarilla, que el "sabor amargo del partido fue la
expulsión, porque creo que la primera amarilla está mal sacada. La segunda es
perfecta; reconozco cuando me equivoco y me gustaría lo mismo. Llegué a
destiempo y le pegué a la pelota y un poco al jugador. Así es el fútbol".
Efectivamente, pudimos observar directamente
en el estadio, y luego repetido en la TV, que la mano de Culio interceptando el
balón que le supuso la primera tarjeta amarilla fue claramente involuntaria.
Sin embargo, este hecho, para nosotros
indiscutible, no es apreciado así por los comités de Competición y de Apelación
de la RFEF, que han desestimado la reclamación y recurso presentados por la UD
Las Palmas.
Dice Apelación en su resolución de este viernes que sí es verdad
que la reglamentación exige voluntariedad, pero que la valoración de ésta no
corresponde a los comités sino a los colegiados.
No estamos de acuerdo con este criterio.
De ser así, la norma no tendría sentido. Si no puede revisarse el error
material del árbitro por los comités, ¿qué finalidad tiene la norma según la
cual "las decisiones del árbitro son definitivas, presumiéndose ciertas,
salvo error material manifiesto”?.
Es una pena, por no decir otra cosa, que
Apelación diga ahora que no puede entrar a valorar la voluntariedad de Culio, cuando
justamente se trata de eso, de dilucidar a posteriori si al interceptar el balón
con la mano hubo o no tal acto deliberado del jugador.
Para nosotros, el vídeo sí demuestra que la mano de Culio fue
involuntaria, por lo cual la tarjeta amarilla debió ser anulada.
Otro error más que apuntamos en la cuenta
negativa de los comités con la UD Las Palmas.
20 septiembre 2014
BALONES AL SUELO
28 junio 2014
25 junio 2014
LO IMPORTANTE ES LEVANTARSE
Han pasado algo más de 48 horas desde el mazazo del partido contra el Córdoba y se observa cómo la indignación y la melancolía se han apoderado de los grancanarios.
Cientos de comentarios en los periódicos digitales y en las redes sociales ponen de manifiesto un verdadero trauma colectivo que tenemos que tratar lo antes posible.
Para empezar, por mucho que nos identifiquemos con el equipo amarillo, no debemos perder la perspectiva de que se trata de deporte, de ahí que debamos situar las cosas en su justo término.
Salvando esto, lo cierto es que los actos vandálicos del domingo en el estadio de Gran Canaria, con tan negativo desenlace a nivel deportivo y económico, nos han sumido en una profunda tristeza que tenemos que superar cuanto antes. Y eso se consigue mirando hacia delante, observando el horizonte, marcándose nuevos objetivos y renovando las estrategias.
La mayoría de los comentarios giran en torno a la necesidad de depurar responsabilidades a nivel organizativo y de sancionar duramente a los desnortados que invadieron el campo. Por supuesto que habrá que hacerlo. Los errores son compartidos entre los gestores de la seguridad privada y los de la seguridad pública.
En cuanto a los innombrables, hay que llevarlos ante la Comisión Antiviolencia y una vez probada su participación en los hechos, prohibirles el acceso a los recintos deportivos.
Pero esas dos iniciativas no evitarán por sí mismas que hechos similares se repitan en el futuro.
Los sociólogos dan cuenta de las causas mediatas de estos hechos: marginalidad, recortes presupuestarios, desarraigo, familias desestructuradas, fracaso escolar, violencia familiar, etc… Sin embargo, todos sabemos que la solución a estos problemas está lejos en el tiempo, si es que algún día se consigue erradicarlos. Más bien creo que siempre ha habido y siempre habrá un porcentaje de la población que discurre de forma violenta y a contracorriente.
Cientos de comentarios en los periódicos digitales y en las redes sociales ponen de manifiesto un verdadero trauma colectivo que tenemos que tratar lo antes posible.
Para empezar, por mucho que nos identifiquemos con el equipo amarillo, no debemos perder la perspectiva de que se trata de deporte, de ahí que debamos situar las cosas en su justo término.
Salvando esto, lo cierto es que los actos vandálicos del domingo en el estadio de Gran Canaria, con tan negativo desenlace a nivel deportivo y económico, nos han sumido en una profunda tristeza que tenemos que superar cuanto antes. Y eso se consigue mirando hacia delante, observando el horizonte, marcándose nuevos objetivos y renovando las estrategias.
La mayoría de los comentarios giran en torno a la necesidad de depurar responsabilidades a nivel organizativo y de sancionar duramente a los desnortados que invadieron el campo. Por supuesto que habrá que hacerlo. Los errores son compartidos entre los gestores de la seguridad privada y los de la seguridad pública.
En cuanto a los innombrables, hay que llevarlos ante la Comisión Antiviolencia y una vez probada su participación en los hechos, prohibirles el acceso a los recintos deportivos.
Pero esas dos iniciativas no evitarán por sí mismas que hechos similares se repitan en el futuro.
Los sociólogos dan cuenta de las causas mediatas de estos hechos: marginalidad, recortes presupuestarios, desarraigo, familias desestructuradas, fracaso escolar, violencia familiar, etc… Sin embargo, todos sabemos que la solución a estos problemas está lejos en el tiempo, si es que algún día se consigue erradicarlos. Más bien creo que siempre ha habido y siempre habrá un porcentaje de la población que discurre de forma violenta y a contracorriente.
TAMBIÉN ESTAMOS INDIGNADOS CON EL ÁRBITRO
22 junio 2014
GRACIAS JUGADORES, GRACIAS DIRECTIVA
En estos momentos tan duros para los amarillos de bien, es de justicia reconocer el trabajo de los jugadores y la buena gestión llevada a cabo por el equipo directivo y técnico de Miguel Ángel Ramírez.
Un puñado de jóvenes desnortados, que no se representan más que a sí mismos, nos ha producido una frustración enorme cuando teníamos la eliminatoria encarrilada. Sobre ellos deberían recaer sanciones de prohibición absoluta de acceso a los estadios de toda España por mucho tiempo. Espero que los escasos medios policiales presentes (grave error de la Delegación del Gobierno) hayan podido identificarlos para que puedan ser llevados ante la Comisión Antiviolencia.
Es cierto que los jugadores pudieron haber hecho más en la recta final de la liga regular, donde tuvimos el ascenso directo al alcance de la mano, pero también hay que reconocerles que lo hicieron muy bien en la liguilla de ascenso, muy serios, sobre todo en defensa y mediocampo.
Nada podemos reprochar, en cambio, al presidente, a su equipo directivo y al plantel de técnicos. Han estado en todo momento a la altura de las circunstancias. Incluimos aquí a Sergio Lobera, gran persona y mejor técnico.
Todo nuestro reproche va dirigido a los innombrables que invadieron el terreno de juego y consiguieron paralizar el partido, dando oxígeno al rival, que estaba absolutamente descompuesto, y desconcentrando a los nuestros con el resultado tan cruel que hemos sufrido.
Ahora toca reponerse y empezar de nuevo, para lo cual disponemos de mimbres suficientes en la cantera.
Hasta el año que viene.
Un puñado de jóvenes desnortados, que no se representan más que a sí mismos, nos ha producido una frustración enorme cuando teníamos la eliminatoria encarrilada. Sobre ellos deberían recaer sanciones de prohibición absoluta de acceso a los estadios de toda España por mucho tiempo. Espero que los escasos medios policiales presentes (grave error de la Delegación del Gobierno) hayan podido identificarlos para que puedan ser llevados ante la Comisión Antiviolencia.
Es cierto que los jugadores pudieron haber hecho más en la recta final de la liga regular, donde tuvimos el ascenso directo al alcance de la mano, pero también hay que reconocerles que lo hicieron muy bien en la liguilla de ascenso, muy serios, sobre todo en defensa y mediocampo.
Nada podemos reprochar, en cambio, al presidente, a su equipo directivo y al plantel de técnicos. Han estado en todo momento a la altura de las circunstancias. Incluimos aquí a Sergio Lobera, gran persona y mejor técnico.
Todo nuestro reproche va dirigido a los innombrables que invadieron el terreno de juego y consiguieron paralizar el partido, dando oxígeno al rival, que estaba absolutamente descompuesto, y desconcentrando a los nuestros con el resultado tan cruel que hemos sufrido.
Ahora toca reponerse y empezar de nuevo, para lo cual disponemos de mimbres suficientes en la cantera.
Hasta el año que viene.
19 junio 2014
90 MINUTOS SIN PARAR
Hemos tenido la suerte, eso, la suerte, de que en el partido de ida nos tocara un árbitro excelente, Iñaki Vicandi Garrido, del Comité Vasco. Hizo un trabajo pulcro y nunca quiso ser el protagonista.
Un 10 a un colegiado cuya actuación no influyó en absoluto en el desarrollo del encuentro, como debe ser.
Y ahora me salgo del tiesto y hago una petición, urbi et orbi, desde esta esquina de la web oficial de UD Las Palmas, el equipo que mi padre me inoculó por vía intravenosa en mi infancia y que ya forma parte de mis genes.
El ruego a la afición no es que apoye al equipo durante el partido, eso lo doy por descontado.
Lo que le pido, y yo me comprometo a cumplir, es que estemos los 90 minutos (o los 120), sin parar, cantando y empujando a los jugadores. Eso, 90 minutos seguidos, sin pausas, jaleando al equipo, sin que ni uno solo de nosotros haga el más mínimo reproche. Toda nuestra energía en una sola dirección, como lo hace sin desfallecer nuestra Grada Naciente.
Se trata de mentalizarnos colectivamente. Si todos empujamos en el mismo sentido, esa fuerza mental se transmitirá a los jugadores y estos nos llevarán a la gloria 14 años después del último ascenso.
Un 10 a un colegiado cuya actuación no influyó en absoluto en el desarrollo del encuentro, como debe ser.
Y ahora me salgo del tiesto y hago una petición, urbi et orbi, desde esta esquina de la web oficial de UD Las Palmas, el equipo que mi padre me inoculó por vía intravenosa en mi infancia y que ya forma parte de mis genes.
El ruego a la afición no es que apoye al equipo durante el partido, eso lo doy por descontado.
Lo que le pido, y yo me comprometo a cumplir, es que estemos los 90 minutos (o los 120), sin parar, cantando y empujando a los jugadores. Eso, 90 minutos seguidos, sin pausas, jaleando al equipo, sin que ni uno solo de nosotros haga el más mínimo reproche. Toda nuestra energía en una sola dirección, como lo hace sin desfallecer nuestra Grada Naciente.
Se trata de mentalizarnos colectivamente. Si todos empujamos en el mismo sentido, esa fuerza mental se transmitirá a los jugadores y estos nos llevarán a la gloria 14 años después del último ascenso.
26 mayo 2014
A POR LA TERCERA PLAZA
Ya tendremos tiempo para analizar la temporada y para llorar, si al final no ascendemos.
Ahora toca cerrar filas en torno al equipo en una recta final en la que aún tenemos opciones de ascender.
No es hora de mirar hacia atrás, de nada sirve ahora objetar que el cese de Lobera debió producirse antes o criticar la idoneidad de Josico y Guerrero. Eso ahora no toca.
Lo importante es que nos quedan opciones y tenemos que emplear todas nuestras energías y tiempo en ganar los dos partidos que restan y luego ganar el ascenso en la liguilla.
Pero es que, además, hay un último cartucho que aunque sea improbable es posible que se dé y por ello es obligado que nos garanticemos la tercera plaza. Nos referimos al eventual descenso administrativo del recién ascendido Eibar.
Parece un asunto sencillo, pero ya saben Vds. que en entre los leguleyos la misa no está dicha hasta que no se dicte la última sentencia, la que ya es inapelable.
Decidir quién tendría mejor derecho para ocupar la plaza que podría dejar vacante el –matemáticamente ascendido- Eibar, por un eventual descenso administrativo, no es tarea fácil.
La primera respuesta que cabría dar a esa hipótesis sería reconocerle el derecho al club mejor colocado después de los ascendidos, pero resulta que cuando ha de tomarse la decisión (no antes del 6 de agosto), ya se habría celebrado la fase de ascenso de la que habría salido el tercer equipo que acompañaría al Depor y al Eibar, lo que supone una complicación adicional.
En ese escenario hipotético, ¿quién tendría mejor derecho: el último que había descendido de Primera (el Osasuna) o el siguiente clasificado de Segunda División?
Y en este segundo supuesto, ¿quién sería el mejor clasificado de Segunda: el mejor situado en la tabla en la liga regular, o el perdedor de la última eliminatoria que habría decidido el tercer equipo para el ascenso?
La RFEF ha venido manteniendo el principio general de que quien baja-baja, es decir, que el descenso deportivo debe consumarse siempre, y que el mejor derecho lo tiene siempre el de la categoría inferior. Sobre esta base, ya puede ir olvidándose el Osasuna de sus pretensiones de seguir en Primera.
¿Y luego qué? ¿Dentro de Segunda, a quién se le reconoce mejor derecho?
La papa caliente es para la RFEF y la LFP. Desde nuestra atalaya de Iusport.com nos atrevemos a aventurar que optarán por el criterio del club mejor clasificado durante la liga regular, de ahí la importancia que tiene un tercer puesto para la UD Las Palmas al concluir la fase regular.
Huelga decir que todo esto quedará en mera especulación si el Eibar consigue completar el capital social exigido por el Consejo Superior de Deportes antes del 6 de agosto, pero eso es un futurible que difícilmente se decantará antes de que termine la fase regular.
Ahora toca cerrar filas en torno al equipo en una recta final en la que aún tenemos opciones de ascender.
No es hora de mirar hacia atrás, de nada sirve ahora objetar que el cese de Lobera debió producirse antes o criticar la idoneidad de Josico y Guerrero. Eso ahora no toca.
Lo importante es que nos quedan opciones y tenemos que emplear todas nuestras energías y tiempo en ganar los dos partidos que restan y luego ganar el ascenso en la liguilla.
Pero es que, además, hay un último cartucho que aunque sea improbable es posible que se dé y por ello es obligado que nos garanticemos la tercera plaza. Nos referimos al eventual descenso administrativo del recién ascendido Eibar.
Parece un asunto sencillo, pero ya saben Vds. que en entre los leguleyos la misa no está dicha hasta que no se dicte la última sentencia, la que ya es inapelable.
Decidir quién tendría mejor derecho para ocupar la plaza que podría dejar vacante el –matemáticamente ascendido- Eibar, por un eventual descenso administrativo, no es tarea fácil.
La primera respuesta que cabría dar a esa hipótesis sería reconocerle el derecho al club mejor colocado después de los ascendidos, pero resulta que cuando ha de tomarse la decisión (no antes del 6 de agosto), ya se habría celebrado la fase de ascenso de la que habría salido el tercer equipo que acompañaría al Depor y al Eibar, lo que supone una complicación adicional.
En ese escenario hipotético, ¿quién tendría mejor derecho: el último que había descendido de Primera (el Osasuna) o el siguiente clasificado de Segunda División?
Y en este segundo supuesto, ¿quién sería el mejor clasificado de Segunda: el mejor situado en la tabla en la liga regular, o el perdedor de la última eliminatoria que habría decidido el tercer equipo para el ascenso?
La RFEF ha venido manteniendo el principio general de que quien baja-baja, es decir, que el descenso deportivo debe consumarse siempre, y que el mejor derecho lo tiene siempre el de la categoría inferior. Sobre esta base, ya puede ir olvidándose el Osasuna de sus pretensiones de seguir en Primera.
¿Y luego qué? ¿Dentro de Segunda, a quién se le reconoce mejor derecho?
La papa caliente es para la RFEF y la LFP. Desde nuestra atalaya de Iusport.com nos atrevemos a aventurar que optarán por el criterio del club mejor clasificado durante la liga regular, de ahí la importancia que tiene un tercer puesto para la UD Las Palmas al concluir la fase regular.
Huelga decir que todo esto quedará en mera especulación si el Eibar consigue completar el capital social exigido por el Consejo Superior de Deportes antes del 6 de agosto, pero eso es un futurible que difícilmente se decantará antes de que termine la fase regular.
07 mayo 2014
PUNTO Y FINAL AL PRIMER CONCURSO DE ACREEDORES DE UNA SOCIEDAD ANÓNIMA DEPORTIVA
La UD Las Palmas ha vivido varios match ball en su dilatada existencia. En los años ochenta, merced al Real Decreto 1006, el club dejó de disponer de un derecho de retención sobre los propios jugadores que le permitió vivir dos décadas de gloria.
En 1992 se transformó, por imperativo legal, en sociedad anónima deportiva gracias a la implicación de los aficionados y de las instituciones.
A partir de ahí, y producto de la dinámica alocada, propia de todos los clubes de élite, la entidad amarilla fue endeudándose progresivamente hasta llegar en 2004 a la gigantesca cifra de 66 millones de euros.
Este fue el panorama que se encontró Miguel Ángel Ramírez cuando cogió las riendas de la entidad hace ahora diez años. Pero con buen ojo, Ramírez llegó pronto a la conclusión de que se avecinaba una lluvia de demandas, así que a grandes males, grandes remedios. Si no se aplicaba un antídoto de forma inminente, las demandas podían convertirse en sentencias y éstas en embargos, lo cual significaba la disolución de la principal sociedad deportiva de Gran Canaria, fundada en 1949 con la ilusión de todos los grancanarios, entre ellos mi padre.
Y así fue. Recién salida del horno estaba aún la Ley Concursal, promulgada en 2003 pero que entró en vigor en septiembre de 2004. Los nuevos rectores amarillos cogieron el toro por los cuernos y se decidieron a aplicarla por primera vez en España a un club deportivo. El concurso de acreedores fue declarado judicialmente el 5 de noviembre de 2004.
Nadie daba un euro por el club grancanario en el verano de 2004. Sin embargo, la determinación de dos personas, Miguel Ángel Ramírez y el juez encargado del caso, Juan José Cobo Plana, hizo posible superar otro punto de no retorno. Jurídicamente fue muy interesante. La Ley tenía y tiene por principio rector la búsqueda de formulas que hagan posible la supervivencia de la empresa afectada, y eso fue lo que aplicaron. Una auténtica bomba de oxígeno que desencadenó, otra vez, todo un movimiento social y económico en torno a la entidad amarilla.
Gracias a la declaración judicial del concurso, el club consiguió, de entrada, forzar a la Federación Española para que diligenciara las fichas de jugadores y del entonces entrenador Carlos Sánchez Aguiar, a pesar de no estar al corriente en sus obligaciones, hecho sin precedentes que tuvo a todo el fútbol español expectante. Efectivamente, famoso fue el auto judicial que instaba a la RFEF el diligenciamiento de las licencias con apercibimiento a la Federación de incurrir en delito de desobediencia y de ser embargada en cuantía de cuarenta millones de euros si no atendía el requerimiento judicial, que finalmente atendió.
Pero tampoco fue suficiente la declaración del concurso. Durante estos diez años los dirigentes del club se han visto obligados a remar contracorriente a nivel judicial y en lo económico. Endeudados hasta el cuello se tuvieron que enfrentar a multitud de incidentes judiciales que se cruzaron por el camino, lo que obligó a los servicios jurídicos del club a emplearse a fondo y con éxito. Deudas heredadas del antiguo Universidad Club de Fútbol, litigios con el Deportivo de la Coruña (Schurrer, etc.), con Iñaqui Urquijo, Boluda, Freire, y en especial con el expresidente Manuel García Navarro, ponían en peligro el propio concurso de acreedores, o lo que es lo mismo la supervivencia de la entidad.
Y llegamos a la segunda década del siglo XXI. En los últimos tiempos la cosa se había complicado sobremanera pues la Liga de Fútbol Profesional ha acentuado el control sobre los clubes (Fair Play Financiero) y existía cierto riesgo de que el club amarillo fuese descendido administrativamente al final de esta temporada, tal y como ocurriera en la anterior al Guadalajara, por anomalías en su capital social. Y es que una de las causas judiciales promovidas por García Navarro cuestionaba la autenticidad del capital social declarado por la UD Las Palmas, SAD.
En fin, gracias al pacto recién firmado entre el actual presidente y el ex García Navarro, la Afición puede respirar tranquila. La entidad pone fin al concurso y cierra los litigios pendientes en un momento que se presentaba, otra vez, crítico para su supervivencia como club de élite.
En 1992 se transformó, por imperativo legal, en sociedad anónima deportiva gracias a la implicación de los aficionados y de las instituciones.
A partir de ahí, y producto de la dinámica alocada, propia de todos los clubes de élite, la entidad amarilla fue endeudándose progresivamente hasta llegar en 2004 a la gigantesca cifra de 66 millones de euros.
Este fue el panorama que se encontró Miguel Ángel Ramírez cuando cogió las riendas de la entidad hace ahora diez años. Pero con buen ojo, Ramírez llegó pronto a la conclusión de que se avecinaba una lluvia de demandas, así que a grandes males, grandes remedios. Si no se aplicaba un antídoto de forma inminente, las demandas podían convertirse en sentencias y éstas en embargos, lo cual significaba la disolución de la principal sociedad deportiva de Gran Canaria, fundada en 1949 con la ilusión de todos los grancanarios, entre ellos mi padre.
Y así fue. Recién salida del horno estaba aún la Ley Concursal, promulgada en 2003 pero que entró en vigor en septiembre de 2004. Los nuevos rectores amarillos cogieron el toro por los cuernos y se decidieron a aplicarla por primera vez en España a un club deportivo. El concurso de acreedores fue declarado judicialmente el 5 de noviembre de 2004.
Nadie daba un euro por el club grancanario en el verano de 2004. Sin embargo, la determinación de dos personas, Miguel Ángel Ramírez y el juez encargado del caso, Juan José Cobo Plana, hizo posible superar otro punto de no retorno. Jurídicamente fue muy interesante. La Ley tenía y tiene por principio rector la búsqueda de formulas que hagan posible la supervivencia de la empresa afectada, y eso fue lo que aplicaron. Una auténtica bomba de oxígeno que desencadenó, otra vez, todo un movimiento social y económico en torno a la entidad amarilla.
Gracias a la declaración judicial del concurso, el club consiguió, de entrada, forzar a la Federación Española para que diligenciara las fichas de jugadores y del entonces entrenador Carlos Sánchez Aguiar, a pesar de no estar al corriente en sus obligaciones, hecho sin precedentes que tuvo a todo el fútbol español expectante. Efectivamente, famoso fue el auto judicial que instaba a la RFEF el diligenciamiento de las licencias con apercibimiento a la Federación de incurrir en delito de desobediencia y de ser embargada en cuantía de cuarenta millones de euros si no atendía el requerimiento judicial, que finalmente atendió.
Pero tampoco fue suficiente la declaración del concurso. Durante estos diez años los dirigentes del club se han visto obligados a remar contracorriente a nivel judicial y en lo económico. Endeudados hasta el cuello se tuvieron que enfrentar a multitud de incidentes judiciales que se cruzaron por el camino, lo que obligó a los servicios jurídicos del club a emplearse a fondo y con éxito. Deudas heredadas del antiguo Universidad Club de Fútbol, litigios con el Deportivo de la Coruña (Schurrer, etc.), con Iñaqui Urquijo, Boluda, Freire, y en especial con el expresidente Manuel García Navarro, ponían en peligro el propio concurso de acreedores, o lo que es lo mismo la supervivencia de la entidad.
Y llegamos a la segunda década del siglo XXI. En los últimos tiempos la cosa se había complicado sobremanera pues la Liga de Fútbol Profesional ha acentuado el control sobre los clubes (Fair Play Financiero) y existía cierto riesgo de que el club amarillo fuese descendido administrativamente al final de esta temporada, tal y como ocurriera en la anterior al Guadalajara, por anomalías en su capital social. Y es que una de las causas judiciales promovidas por García Navarro cuestionaba la autenticidad del capital social declarado por la UD Las Palmas, SAD.
En fin, gracias al pacto recién firmado entre el actual presidente y el ex García Navarro, la Afición puede respirar tranquila. La entidad pone fin al concurso y cierra los litigios pendientes en un momento que se presentaba, otra vez, crítico para su supervivencia como club de élite.
02 marzo 2014
HABRÁ MÁS CASOS COMO EL DE JONA MEJÍA
Los lectores de Iusport saben de las pésimas noticias dejadas por la 128 Asamblea General Anual de la International Board (IFAB), celebrada el pasado sábado en Zúrich: se mantiene el triple castigo y se rechaza nuevamente el vídeo.
Pero entre los acuerdos adoptados hay uno que tiene un tinte especial: el de la prohibición de los lemas en las camisetas, sea cual sea su contenido o finalidad.
Hace bien poco nos pronunciamos sobre el disparate del caso Jona Mejía, como en su día lo fue el de Callejón o del de Villa, entre otros, a propósito de sendos lemas mostrados que eran absolutamente inocuos.
Aunque con una doctrina vacilante, el Comité de Apelación de la RFEF parece que ha declarado como consolidada la del caso Callejón. Es decir, no será sancionado el jugador que muestre un lema si no tiene finalidad religiosa, publicitaria o política.
El propio secretario general de la RFEF, Jorge Pérez, tuvo la valentía de reconocer el error federativo y manifestó su compromiso de elevar a la próxima asamblea general para adaptar el texto del art. 91 del Código Disciplinario a esa doctrina consolidada por Apelación.
Pues, lamentablemente, va a ser que no. Resulta que cuando toda España se había puesto de acuerdo en que la sanción a Mejía por un lema alusivo al cáncer infantil era un contrasentido, viene la IFAB y dice que sí, que hay que sancionar este tipo de conductas.
Así es. En su reunión del sábado pasado, la IFAB implantó la prohibición de incluir en la equipación obligatoria y en la ropa interior cualquier tipo de lemas, declaraciones o imágenes aunque sean con buena intención, manteniendo por tanto las multas a los jugadores que porten mensajes en camisetas interiores.
Parece claro que esta medida del IFAB da al traste con las expectativas del fútbol español de ver modificado el disparatado art. 91 citado.
Vamos a ver qué salida se le ocurre al eficiente Jorge Pérez en este nuevo escenario.
20 febrero 2014
BOCHORNO NACIONAL CON LA MULTA DE 2.000 EUROS POR UN LEMA CONTRA EL CÁNCER
Acabamos de presenciar otro caso insólito que daña gravemente la imagen de España, sobre todo cuando ha salido a la luz un estudio según el cual el deporte es el valor más cotizado de nuestro país.
El jugador del Real Jaén 'Jona' Mejía Ruiz ha sido sancionado por el Comité de Competición de la RFEF por mostrar un lema especial en su camiseta, precisamente tras un gol contra la UD Las Palmas.
El texto del acuerdo de Competición es así de lacónico: "Imponer a Mejía Ruiz "JONA" (Real Jaén) sanción de multa y amonestación, en aplicación del artículo 91 del Código Disciplinario".
Pues bien, miren por donde, lo que celebraba Jona era nada más y nada menos que el 'Día Internacional del Cáncer Infantil', lo cual agrava, si cabe, el desatino cometido por Competición. El lema que portaba su segunda camiseta era "Ánimo pequeñines"
¿Cómo se atreven a sancionar a un jugador por solidarizarse con un colectivo tan especial como el infantil, aquejado de esa lacra llamada cáncer.
Eso es des el punto de vista filosófico o moral, como quieran.
Pero es que también desde el punto de vista disciplinario-deportivo es un desafuero.
El Comité de Competición ha aplicado de forma autómata el artículo 91 del Código Disciplinario", que reza así: "El futbolista que, con ocasión de haber conseguido un gol o por alguna otra causa derivada de las vicisitudes del juego, alce su camiseta y exhiba cualquiera clase de publicidad, lema, leyenda, siglas, anagramas o dibujos, sean los que fueren sus contenidos o la finalidad de la acción, será sancionado, como autor de una falta grave, con multa en cuantía de 2.000 a 3.000 euros y amonestación"
Es evidente que Competición ha hecho una aplicación literal del precepto, pero actuando de sa manera ha ido en contra de la doctrina sentada por el Comité de Apelación para estos supuestos.
El precedente de Callejón
El Comité de Apelación de la RFEF, presidido por el ex magistrado del Tribunal Supremo José Mateo Díaz, estimó en su reunión de 30.09.10 el recurso del RCD Espanyol, anulando la sanción que le impuso al jugador José María Callejón el Comité de Competición con fecha 21 de septiembre de 2010, por mostrar una camiseta alusiva al malogrado jugador del mismo club, Daniel Jarque.
Apelación razonó entonces que "en el presente caso, el Sr. Callejón alzó su camiseta mostrando el rostro del jugador don Daniel Jarque, quien falleció en agosto de 2009. Esta acción, a juicio de este Comité de Apelación, y dada la excepcionalidad de la misma no puede ser objeto de reproche disciplinario, por cuanto no hay un ánimo de transmitir un mensaje publicitario, político ni religioso". Y añade: "tan sólo existe la intención de recordar a un compañero fallecido, hecho que desde luego no vulnera el bien jurídico protegido por dicho precepto, cual es el correcto desarrollo de la competición, que puede verse perturbado por una irregular equipación o por los excesos en la celebración de un gol".
Para el Comité de Apelación, "estamos ante situaciones puntuales que habrán de ser valoradas caso por caso, procurando mantener la pureza del precepto y su aplicabilidad, salvo situaciones verdaderamente extremas, como la que motivó el hecho sancionado. Lo anterior cobra énfasis ante el hecho cierto de que lo que se pretende con esta norma es aislar el fútbol de cualquier publicidad o propaganda interesada que intente aprovechar esos momentos espectaculares en que se está celebrando un gol", y concluye que "desde esta perspectiva, la acción del jugador Sr. Callejón no es típica, por los motivos a que respondió, por lo que, en definitiva, procede estimar el recurso, revocando la sanción. Como es sabido, además, en el contexto de la versión anterior del Código Disciplinario de la RFEF se había llegado a la misma solución por los Comités disciplinarios en varios casos similares".
En consecuencia, el Comité de Apelación, al resolver el recurso que interpondrá el Real Jaén, debería aplicar su propia y acertada doctrina, dada la clara similitud existente entre ambos supuestos, revocando la sanción impuesta a Jona Mejía.
El jugador del Real Jaén 'Jona' Mejía Ruiz ha sido sancionado por el Comité de Competición de la RFEF por mostrar un lema especial en su camiseta, precisamente tras un gol contra la UD Las Palmas.
El texto del acuerdo de Competición es así de lacónico: "Imponer a Mejía Ruiz "JONA" (Real Jaén) sanción de multa y amonestación, en aplicación del artículo 91 del Código Disciplinario".
Pues bien, miren por donde, lo que celebraba Jona era nada más y nada menos que el 'Día Internacional del Cáncer Infantil', lo cual agrava, si cabe, el desatino cometido por Competición. El lema que portaba su segunda camiseta era "Ánimo pequeñines"
¿Cómo se atreven a sancionar a un jugador por solidarizarse con un colectivo tan especial como el infantil, aquejado de esa lacra llamada cáncer.
Eso es des el punto de vista filosófico o moral, como quieran.
Pero es que también desde el punto de vista disciplinario-deportivo es un desafuero.
El Comité de Competición ha aplicado de forma autómata el artículo 91 del Código Disciplinario", que reza así: "El futbolista que, con ocasión de haber conseguido un gol o por alguna otra causa derivada de las vicisitudes del juego, alce su camiseta y exhiba cualquiera clase de publicidad, lema, leyenda, siglas, anagramas o dibujos, sean los que fueren sus contenidos o la finalidad de la acción, será sancionado, como autor de una falta grave, con multa en cuantía de 2.000 a 3.000 euros y amonestación"
Es evidente que Competición ha hecho una aplicación literal del precepto, pero actuando de sa manera ha ido en contra de la doctrina sentada por el Comité de Apelación para estos supuestos.
El precedente de Callejón
El Comité de Apelación de la RFEF, presidido por el ex magistrado del Tribunal Supremo José Mateo Díaz, estimó en su reunión de 30.09.10 el recurso del RCD Espanyol, anulando la sanción que le impuso al jugador José María Callejón el Comité de Competición con fecha 21 de septiembre de 2010, por mostrar una camiseta alusiva al malogrado jugador del mismo club, Daniel Jarque.
Apelación razonó entonces que "en el presente caso, el Sr. Callejón alzó su camiseta mostrando el rostro del jugador don Daniel Jarque, quien falleció en agosto de 2009. Esta acción, a juicio de este Comité de Apelación, y dada la excepcionalidad de la misma no puede ser objeto de reproche disciplinario, por cuanto no hay un ánimo de transmitir un mensaje publicitario, político ni religioso". Y añade: "tan sólo existe la intención de recordar a un compañero fallecido, hecho que desde luego no vulnera el bien jurídico protegido por dicho precepto, cual es el correcto desarrollo de la competición, que puede verse perturbado por una irregular equipación o por los excesos en la celebración de un gol".
Para el Comité de Apelación, "estamos ante situaciones puntuales que habrán de ser valoradas caso por caso, procurando mantener la pureza del precepto y su aplicabilidad, salvo situaciones verdaderamente extremas, como la que motivó el hecho sancionado. Lo anterior cobra énfasis ante el hecho cierto de que lo que se pretende con esta norma es aislar el fútbol de cualquier publicidad o propaganda interesada que intente aprovechar esos momentos espectaculares en que se está celebrando un gol", y concluye que "desde esta perspectiva, la acción del jugador Sr. Callejón no es típica, por los motivos a que respondió, por lo que, en definitiva, procede estimar el recurso, revocando la sanción. Como es sabido, además, en el contexto de la versión anterior del Código Disciplinario de la RFEF se había llegado a la misma solución por los Comités disciplinarios en varios casos similares".
En consecuencia, el Comité de Apelación, al resolver el recurso que interpondrá el Real Jaén, debería aplicar su propia y acertada doctrina, dada la clara similitud existente entre ambos supuestos, revocando la sanción impuesta a Jona Mejía.
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