Canarias IUSPORT

20 abril 2013

EL ABRAZO DE BARBOSA Y RAÚL


Hoy no voy de leguleyo. Me voy a echar la camisa por fuera. Quiero destacar un hecho que me parece relevante en cuanto al Vestuario. Hace un tiempo que se viene comentando que el ambiente entre nuestros jugadores es bueno, entre ellos y con el entrenador. Este es un aspecto determinante. La dinámica de grupo, cuando hay cohesión interna, da resultados como el de hoy en Chapín.

A lo que iba. Al final del encuentro contra el Xerez (1-2), vimos un abrazo sincero entre los dos porteros y me hizo reflexionar de nuevo sobre unas palabras pronunciadas por Sergio Lobera el pasado lunes, en un coloquio organizado en Guía por el irremplazable Rene del Pino, verdadero termómetro del sentir amarillo.

Uno de los asistentes le hizo una pregunta comprometida a Lobera: ¿Por qué no había dejado a Raúl como titular después de sus espléndidas actuaciones? Lobera, con su serenidad y contundencia habituales, le contestó: cuando Barbosa dejó atrás su individualidad en favor del grupo y le costó una tarjeta, que luego permitió jugar como titular a Raúl, demostró una profesionalidad y sentido de pertenencia a un colectivo que no era justo castigar.

Es raro que un entrenador confiese algo así, pero Lobera es una caja de sorpresas. Otra matrícula de honor para nuestro técnico. Aparte de los sobrados méritos de Barbosa, verdadero artifice de la victoria de hoy en Chapín.  

Por lo demás, reiterarles mi convicción de que vamos a ganar el asunto de la alineación indebida del Guadalajara, en el Comité de Apelación o en el Comité Español de Disciplina Deportiva. Esto nos reportará 3 puntos de oro.

05 abril 2013

CON LA VENIA: DISCREPO


El Comité de Competición de la RFEF ha desestimado hoy la reclamación formulada por la U.D. Las Palmas SAD, denunciando la alineación indebida de tres jugadores del C.D. Guadalajara en el partido del 30 de marzo.

La UD Las Palmas alegó que los jugadores en cuestión (Javier Barral García, Jonathan Ñíguez Esclápez y Cristian Fernández Conchuela), titulares de Licencia “A”, deberían disponer de Licencia como jugadores profesionales (“P”) a partir del décimo partido en el que hubieran intervenido durante la presente Temporada 2012-13, dato que nadie ha rebatido.

El club canario invocó el nuevo párrafo tercero del artículo 122.2 del vigente Reglamento General de la RFEF, cuyo tenor literal es el siguiente:

“Asimismo, deberán tramitar licencia “P”, aquellos futbolistas que, estando inscritos en clubes adscritos a competiciones profesionales se alineen en partidos oficiales de su equipo, en el manos diez ocasiones, sea cual sea el tiempo de juego por el que lo hicieran”.

Desde nuestro punto de vista, la reclamación de UD Las Palmas estaba bien fundamentada, por lo que discrepo del parecer del Comité de Competición.

Entiende el Comité de Competición que a dichos jugadores se les debería haber expedido una licencia “P” (profesional), no tanto como cumplimiento de un requisito competicional, sino de otras obligaciones reglamentarias. Para Competición la licencia tipo “P” es una cuestión de “naturaleza eminentemente laboral y económica, sin que, en esencia, ello afecte al desarrollo de la competición”.

No compartimos este criterio. Si, como dice Competición, la licencia profesional no afecta a la competición, no se entiende todo el entramado normativo existente al respecto. No es misión de una federación, por muy española que sea, reglamentar cuestiones que atañen al derecho laboral. Por eso, cuando incide en ellas es porque afectan a la competición, que es su objeto principal.

Si la norma exige la posesión de licencia profesional a partir de un momento determinado y un jugador no la tiene es evidente que su alineación en un encuentro es incorrecta.

El segundo argumento utilizado por Competición para desestimar la denuncia de UD Las Palmas lo extrae del convenio suscrito entre la Real Federación española de Fútbol y la Liga Nacional de Fútbol Profesional, de 19 de julio de 2012, para afirmar que este tiene por objeto "implementar de forma progresiva” los cambios al Reglamento que afectan al régimen de expedición de licencias federativas "P", dando a entender que la obligatoriedad de licencia P no es exigible todavía.

Tampoco estamos de acuerdo con este argumento. Un convenio nunca puede prevalecer sobre un reglamento. Requiere que lo acordado se incorpore por la federación a su normativa. Y así lo expresa la cláusula OCTAVA del mencionado convenio, que dice literalmente lo siguiente:

“En el plazo máximo de 6 meses, la RFEF y la LNFP se comprometen a adecuar sus normas internas (Estatutos y Reglamento General, según corresponda) a lo pactado en el presente acuerdo”

No nos consta que la RFEF haya modificado el Reglamento General en el sentido indicado por el Comité de Competición, por lo cual las previsiones del convenio se han quedado en papel mojado.

Este "partido" aún no ha terminado. A la UD le queda la posibilidad de recurrir ante el Comité de Apelación y, si este tampoco le da la razón, al Comité Español de Disciplina Deportiva, e incluso acudir a la justicia ordinaria si fuese necesario.

03 abril 2013

EL CASO GUADALAJARA Y EL MAL LLAMADO REARBITRAJE EN LOS DESPACHOS

Con respecto a la impugnación presentada por el equipo amarillo por alineación indebida de tres jugadores del Guadalajara en el partido de la última jornada, ya se escuchan voces en tierras castellanas diciendo que la UD LAS PALMAS pretende ganar en los despachos el partido que perdió en el terreno de juego y resucitan el mal llamado Rearbitraje en los despachos.

Antes de seguir, le haría una pregunta a esos voceros: ¿Qué harían ellos si al final de temporada, jugándose el descenso, un club que ya no se juega nada se dejara ganar por otro equipo que también se juegue el descenso? ¿Lo impugnarían o se resignarían porque se trata de rearbitraje en los despachos?

Aclaremos el asunto.

De lo que se trata es de jugar limpio, no solo durante el partido sino en general, también a la hora de alinear a los jugadores. Si esto no pudiese impugnarse, sería el caos. Los equipos alinearían cada semana a los jugadores que les viniera en gana.