Ya tendremos tiempo para analizar la temporada y para llorar, si al final no ascendemos.
Ahora toca cerrar filas en torno al equipo en una recta final en la que aún tenemos opciones de ascender.
No es hora de mirar hacia atrás, de nada sirve ahora objetar que el cese de Lobera debió producirse antes o criticar la idoneidad de Josico y Guerrero. Eso ahora no toca.
Lo importante es que nos quedan opciones y tenemos que emplear todas nuestras energías y tiempo en ganar los dos partidos que restan y luego ganar el ascenso en la liguilla.
Pero es que, además, hay un último cartucho que aunque sea improbable es posible que se dé y por ello es obligado que nos garanticemos la tercera plaza. Nos referimos al eventual descenso administrativo del recién ascendido Eibar.
Parece un asunto sencillo, pero ya saben Vds. que en entre los leguleyos la misa no está dicha hasta que no se dicte la última sentencia, la que ya es inapelable.
Decidir quién tendría mejor derecho para ocupar la plaza que podría dejar vacante el –matemáticamente ascendido- Eibar, por un eventual descenso administrativo, no es tarea fácil.
La primera respuesta que cabría dar a esa hipótesis sería reconocerle el derecho al club mejor colocado después de los ascendidos, pero resulta que cuando ha de tomarse la decisión (no antes del 6 de agosto), ya se habría celebrado la fase de ascenso de la que habría salido el tercer equipo que acompañaría al Depor y al Eibar, lo que supone una complicación adicional.
En ese escenario hipotético, ¿quién tendría mejor derecho: el último que había descendido de Primera (el Osasuna) o el siguiente clasificado de Segunda División?
Y en este segundo supuesto, ¿quién sería el mejor clasificado de Segunda: el mejor situado en la tabla en la liga regular, o el perdedor de la última eliminatoria que habría decidido el tercer equipo para el ascenso?
La RFEF ha venido manteniendo el principio general de que quien baja-baja, es decir, que el descenso deportivo debe consumarse siempre, y que el mejor derecho lo tiene siempre el de la categoría inferior. Sobre esta base, ya puede ir olvidándose el Osasuna de sus pretensiones de seguir en Primera.
¿Y luego qué? ¿Dentro de Segunda, a quién se le reconoce mejor derecho?
La papa caliente es para la RFEF y la LFP. Desde nuestra atalaya de Iusport.com nos atrevemos a aventurar que optarán por el criterio del club mejor clasificado durante la liga regular, de ahí la importancia que tiene un tercer puesto para la UD Las Palmas al concluir la fase regular.
Huelga decir que todo esto quedará en mera especulación si el Eibar consigue completar el capital social exigido por el Consejo Superior de Deportes antes del 6 de agosto, pero eso es un futurible que difícilmente se decantará antes de que termine la fase regular.
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