En cambio, ayer, Antiviolencia sí declaró de alto riesgo el
partido UD Las Palmas-Valladolid, que no es definitivo, pues, como todos saben,
hay que disputar una segunda eliminatoria. Por supuesto que aprobamos esta declaración, pero ¿hacía falta aquella desgracia para
que Antiviolencia tomase nota de la importancia de las eliminatorias de
ascenso?
Es lamentable que con todos los expertos en seguridad de que
dispone el Ministerio del Interior, no se hayan percatado de la trascendencia
de estas eliminatorias hasta después de aquel "caracazo" del 22-J, de
tan triste recuerdo.La citada Comisión ha puesto en conocimiento del club anfitrión la decisión tomada para que adopte las medidas pertinentes que refuercen la seguridad y los controles de acceso al recinto, según ha informado este viernes el club amarillo a través de su web oficial. Justo lo que no se hizo en 2014 con tal fatal desenlace.
Se espera, igual que el año pasado, una gran afluencia de aficionados al coliseo grancanario, con un aforo aproximado entonces de 32.000 y hoy de 28.000, debido a las obras.
En fin, algo lamentable.
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