CON LOS DEBERES HECHOS

La Unión Deportiva, a día de hoy, tiene los deberes hechos. A pesar de la errática temporada, el equipo se encuentra ahora mismo a 8 puntos sobre las plazas de descenso, y aunque no es una renta que garantice la permanencia sí cabe ser optimista teniendo diez partidos por delante. Pero no iba por aquí mi comentario.

La Unión Deportiva también tiene los deberes hechos en "los despachos", como gusta decir a la gente. Efectivamente, si nuestros dirigentes hubiesen estirado en su día el chicle y así retrasado la entrada de la entidad en concurso de acreedores, en estos momentos, de seguir viva, caería irremediablemente al vacío a la vista de la nueva ley concursal que está a punto de aprobar el Parlamento español.

El proyecto de reforma de la ley concursal, publicado el pasado día 1 en el Boletín Oficial de las Cortes Generales, podría poner en serios aprietos a los clubes deportivos que se declaren en concurso a partir de su entrada en vigor, ya que con dicha reforma la legislación deportiva será compatible con la concursal. En efecto, hasta ahora la corriente jurisprudencial ha venido dando prioridad a la ley concursal sobre la deportiva, lo que ha permitido a varios clubes, incluido el nuestro, entrar en concurso de acreedores sin ser sancionados con el descenso por impago de deudas, tal y como prevé el reglamento de la RFEF. En el futuro podría ser al revés.

Dos ejemplos vivos: el Real Betis Balompié, que se encuentra ahora inmerso en concurso de acreedores y con posibilidades de ascender a Primera, de afectarle la nueva ley, que no ocurrirá por razones de trámite parlamentario, descendería a Segunda B si a 31 de julio mantiene deudas con los jugadores o con Hacienda. Otro ejemplo paradigmático lo encontramos en el Rayo Vallecano, en plena crisis económica por efecto dominó tras la caída del Grupo Nueva Rumasa, que también tiene bastantes papeletas para ascender a Primera.

Aunque los afectados encuentren una nueva salida a esta situación, en base a una grieta que presenta la nueva ley, las cosas no serán como hasta ahora. El impacto que podría tener esta nueva redacción de la ley concursal en los clubes deportivos es descomunal, atendiendo a la delicada situación económica de la mayoría de ellos.

Afortunadamente, la Unión Deportiva ya pasó la varicela concursal y, al menos "en los despachos", se encuentra fuera de peligro.