La Liga parará el 3 de abril
La Asamblea General de la Liga de Fútbol Profesional celebrada hoy (11 de febrero) acordó no disputar la jornada del 3 de abril si no se han producido avances significativos en la resolución de sus reivindicaciones. Dichas reivindicaciones se centran, principalmente, en que deje de ser obligatoria la transmisión de un partido de Liga BBVA en abierto cada jornada, en la clarificación y la especificación en la Ley del Juego de los retornos que deben corresponder al fútbol profesional y en la regulación del derecho a la información para que no se convierta en un malentendido derecho a explotar gratuitamente un producto ajeno.
La Asamblea de la LFP ha reconocido como un primer paso las modificaciones introducidas la pasada semana por el Gobierno en el anteproyecto de Ley del Juego. Sin embargo, considera que se produce una inseguridad jurídica en cuanto a la Quiniela al no garantizarse que ese porcentaje no pueda reducirse en el futuro. Asimismo, estima que se genera una incertidumbre respecto a los retornos de la Ley del Juego porque este va vinculado a una ley que aún no existe (la de Deporte Profesional), cuando debería quedar establecido en la propia Ley del Juego.
La papa caliente: el partido en abierto
Hasta ahí el Gobierno respiraba relativamente tranquilo. Hacer concesiones a la LFP en materia económica, al fin y a la postre era pólvora del Rey. Los aficionados pasarían de largo sobre estos asuntos. Pero llegó la hora de la verdad. El presente órdago de la LFP al Gobierno es un auténtico misil en su línea de flotación. Bonita disyuntiva la que tiene por delante a escasos tres meses de las elecciones autonómicas y locales.
El Gobierno sopesa cual de las dos opciones es peor, desde la óptica electoralista, por supuesto. Si accede a la reivindicación, habrá liga el 3 de abril, pero los aficionados se quedarán sin el partido en abierto, un evento que se remonta a los tiempos de la propia televisión. Pocos ciudadanos, no solo los futboleros, aceptarán de buen grado solidarizarse con los operadores televisivos, verdaderos instigadores de esta protesta. Les han hecho ver a los clubes que sin esa condición los derechos de TV se reducirían en una cuantía considerable. Y claro, qué iban a hacer los clubes sino reenviar la exigencia al Gobierno?
La otra opción sería no acceder a la reivindicación. La Liga pararía efectivamente ese día, pero, piensa el Gobierno, también se suspende cuando juega la Selección y no ha pasa nada, salvo que aumenta la natalidad, que nos hace mucha falta, por cierto. En cambio, si se deja de emitir en abierto el partido de Primera División por TV los sábados, entonces sí que tenemos un problema Houston.
Predicción: el Gobierno no cederá a esta pretensión antes de las elecciones de mayo. Hacer predicciones para después de los comicios es mucho aventurar. No obstante, si gana el PP, como predicen las encuestas, una cesión en tal sentido iría contra sus propios actos; no en balde, fueron ellos quienes en 1997 inventaron el "interés general" del fútbol a efectos televisivos.
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