La FIFA vuelve a demostrar cómo intereses ajenos al deporte priman cada vez que algo importante está "en juego". Nadie discute que Messi es, en general, el mejor jugador del mundo. Pero al mismo tiempo, es obvio, por más que algunos pretendan ocultarlo, que Xavi e Iniesta fueron los mejores jugadores del año 2010, que era lo que se votaba en puridad en el BALON DE ORO.
Precisamente, este fue el criterio que se siguió, correctamente, cuando recayó la distinción en el defensa central italiano Cannavaro. En aquella ocasión, cualquiera hubiese señalado a un centrocampista o a un delantero por delante del tifosi, pero todos dimos por bueno el premio a la vista de la temporada que realizó en 2006, su punto álgido como defensa, cuando ganó el mundial con su país.
Pero si hablamos del premio al mejor entrenador, la cosa se agrava. En este caso, Mourinho no reunió más méritos que Del Bosque. El seleccionador español fue campeón del mundo de naciones en 2010, cota a mi juicio más alta que ganar tres títulos de clubes. Y si lo analizamos desde una perspectiva más amplia, también lo negamos. Es cierto que el portugués ha ganado en tres países europeos, pero ¿en qué condiciones y con qué juego? Pues con unas costosas y potentes plantillas hechas a base de talonario ruso e italiano, y practicando antifútbol.
Guardiola también le supera en ésto: ha sido verdaderamente innovador y practicado un fútbol celestial. Y en números, también. Justo una temporada antes, el técnico azulgrana ganó seis títulos, la mitad internacionales, entre estos uno mundial, a nivel de clubes.
Desgraciadamente, intereses inconfesables han impedido que uno de los dos centrocampistas españoles se alzara con el premio, cualquiera de ellos se lo merecía, o ambos ex aequo, si bien esta última posibilidad no está contemplada en las bases.
Si tenemos en cuenta que el único español en obtener el premio fue Luis Suárez, en 1960, y que los futbolistas españoles han quedado excluidos tras ganar un mundial, no es difícil presagiar que tendremos que esperar otros cincuenta años.
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