Canarias IUSPORT

30 octubre 2010

CONVERSACIÓN EN LA BANDA

El presidente de los árbitros sale al paso de las críticas.

Victoriano Sánchez Arminio, presidente del colectivo arbitral, ha salido al paso de las fuertes críticas que viene sufriendo su estamento, en una charla publicada por el diario digital El Confidencial.

Les confieso que las palabras del dirigente arbitral me cogen con el pie cambiado. En este momento, las cuentas me dan pérdidas. En lo que va de temporada, la U.D. LAS PALMAS ha sufrido, entre otros errores muy graves, tres penaltis injustos y más de un gol indebidamente anulado o impedido (Uno hoy: Perea fue considerado en fuera de juego cuando no lo estaba, íbamos 2-2).

Al final de temporada, nos dicen, todos los equipos quedaremos igual de perjudicados. Sin embargo, no queremos errores que nos favorezcan, sólo deseamos que los errores gravemente perjudiciales puedan ser corregidos a tiempo.

El presidente arbitral culpa a "los otros" y pide que se acepten los errores arbitrales de la misma manera que se aceptan los de los jugadores. El jefe del colectivo arbitral llega incluso a acusar a los equipos de fomentar los piscinazos.

Por otro lado, aceptamos que siempre habrá margen para el error, lo contrario sería desconocer la condición humana, pero resignarnos de antemano a errores determinantes y tan frecuentes nos parece como mínimo una actitud derrotista.

No imaginamos a los 22 jugadores acertando en todas las jugadas. El juego consiste en intentar de forma reiterada, con aciertos y errores, hilvanar jugadas hasta conseguir gol. En cambio, en la labor arbitral el error sí es corregible en el acto, al menos en las grandes decisiones. Y para ello, el colegiado debe tener a su disposición los medios técnicos que el sentido común aconseje en cada caso y el presupuesto lo permita. No parece razonable, y menos en plena crisis económica, implementar monitores de TV en el fútbol regional. Tampoco concurren aquí las mismas tensiones emocionales e intereses económicos que se dan cita en las categorías superiores.

Otra vez las tecnologías.

Sobre el uso de las tecnologías, Arminio dijo: "nosotros estamos abiertos para todo lo que sea beneficioso para el fútbol y para el mundo arbitral. La tecnología va cada vez más rápido y hay que adaptarse a ella. Es necesario. Si paramos un partidos para rearbitrar estamos perdidos. Lo debemos aplicar a partir de una jugada a balón parado. Penalti o no; fuera de juego o no. El modelo del tenis con el 'ojo de halcón' no es válido para el fútbol".

No le entiendo Sr. Arminio. Primero se declara favorable a las nuevas tecnologías; luego matiza que eso de detener el partido, nada de nada. Para terminar contradiciéndose otra vez, al afirmar que en fueras de juego sí.

Vamos a ver, ¿es el origen del fuera de juego una jugada a balón parado? Por otro lado, ¿no es cierto que en la actualidad el colegiado, cuando lo considera oportuno, detiene el juego para consultar con el linier (árbitro asistente)?
¿Cuál es la diferencia? Puede demostrarse que se tarda menos tiempo en visionar una jugada por TV que en discutir en la banda ("NO ME JODAS RAFA" = 6 minutos). Podría establecerse incluso un número máximo de visionados, por ejemplo dos (2). No creo que el tiempo invertido en dos proyecciones de vídeo sea necesariamente superior al de una conversación en la banda. Es más, en la mayoría de los casos no habría casi interrupción. El asistente, provisto de un monitor de TV, le chivaría décimas de segundo después por el pinganillo que "no es penalti, Pino Zamorano".

Sabemos que esto no es la panacea. Por el mero uso de la tecnología no va a ser perfecto el arbitraje. A los colegiados compete la tarea de formarse y siempre habrá un porcentaje de errores. Ahora bien, nosotros, los que no somos árbitros, la inmensa mayoría, no tenemos por qué soportar, como hechos consumados, errores de apreciación arbitral que producen a veces efectos demoledores en el devenir de los encuentros, sabiendo que son técnicamente corregibles en el acto.

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