Aunque no hubo declaraciones oficiales tras la reunión del sábado, fuentes solventes aseguran que la LFP estaría dispuesta a estudiar la deuda actual de los clubes con los jugadores (52 millones de euros) si el Gobierno que salga de las próximas elecciones del 20-N le concede el trato que merece en el reparto del dinero de las Apuestas y accede a que no exista fútbol en abierto. La Liga aceptaría el descenso de categoría de los clubes que no paguen para la temporada 2012-2013. Como correlato, la Liga aceptaría el sistema de compra de las plazas que queden vacantes por estos descensos.
No faltan voces que sugieren que una via para mejorar el Fondo de Garantía Concursal sería que los propios jugadores, en especial los que disfrutan de fichas más altas, dedicasen un porcentaje para este fin.
Efecto colateral: se complican los partidos de las selecciones autonómicas. Si como se ha planteado, la fecha para recuperar esta primera jornada liguera es el 28 de diciembre, difícil lo tendrán las selecciones autonómicas para la disputa de los partidos que tradicionalmente celebran a finales de diciembre. No habrá fechas disponibles.
En todo caso, las dos partes son conscientes de que prolongar esta situación podría complicar los cobros de patrocinadores y operadores de TV. LFP y AFE seguirán pues negociando, pero aquí parece que falta alguien, a la Mesa le siguen faltando patas. Es obvio que la LFP no puede garantizar las ofertas más sustanciosas, por lo cual a AFE no le quedará otra salida que aceptar un acuerdo condicionado a la aprobación de algunos puntos por parte del nuevo Gobierno. No obstante, damos por hecho que le arrancará a la Liga la propuesta de descensos por impagos, con independencia de que los clubes se acojan al concurso de acreedores, y no es poca cosa.
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