Con respecto a la impugnación presentada por el equipo amarillo por alineación indebida de tres jugadores del Guadalajara en el partido de la última jornada, ya se escuchan voces en tierras castellanas diciendo que la UD LAS PALMAS pretende ganar en los despachos el partido que perdió en el terreno de juego y resucitan el mal llamado Rearbitraje en los despachos.
Antes de seguir, le haría una pregunta a esos voceros: ¿Qué harían ellos si al final de temporada, jugándose el descenso, un club que ya no se juega nada se dejara ganar por otro equipo que también se juegue el descenso? ¿Lo impugnarían o se resignarían porque se trata de rearbitraje en los despachos?
Aclaremos el asunto.
De lo que se trata es de jugar limpio, no solo durante el partido sino en general, también a la hora de alinear a los jugadores. Si esto no pudiese impugnarse, sería el caos. Los equipos alinearían cada semana a los jugadores que les viniera en gana.
Conviene recordar que hay tres tipos de reglas: las reglas del juego, las que regulan la competición y las que tienen que ver con la conducta deportiva. Solo las primeras son inamovibles. Un penalti señalado por el árbitro va a misa, aunque posteriormente el vídeo demuestre que no lo fue. Lo mismo que un gol marcado con la mano. Se acepta que ello debe ser así por la seguridad de las competiciones. Si los resultados pudiesen ser cambiados a posteriori nos quedaríamos sin deporte de competición. No obstante, sobre este punto ya me he pronunciado acerca de cómo el uso vídeo durante los partidos (no a posteriori) reduciría notablemente los errores arbitrales. Algún día lo veremos hecho realidad.
Otra cosa son las infracciones a las reglas de la competición o a las reglas que rigen la conducta deportiva. En estos dos bloques sí cabe la revisión por parte de los comités.
Si un vídeo demuestra que el jugador X no agredió al jugador Z, sino que le golpeó accidentalmente por un lance fortuito del juego, el comité anularía la tarjeta que le sacó el árbitro.
En el caso actual, la UD LAS PALMAS no pretende que se anule el gol marcado por el Guadalajara, ni que se le conceda a la UD el penalti injustamente obviado por el árbitro a Thievy; simplemente impugna la alineación de tres jugadores con las consecuencias que establece el Código Disciplinario de la RFEF. Se trata de reglas de competición. El Reglamento General de la RFEF obliga a tramitar licencias como profesionales a los jugadores que lleguen a los diez partidos y el Código Disciplinario castiga con pérdida del encuentro a los clubes que alineen a jugadores de forma indebida.
Por tanto, hace bien la UD LAS PALMAS en reclamar si sus juristas están convencidos de la alineación indebida de esos tres jugadores.
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